Ave María
Madres de Norteamérica,
¡dejen a sus hijos ir al cine!
sáquenlos de casa para que no sepan lo que ustedes tramanes cierto que el aire fresco hace bien al cuerpo pero qué hay del alma
que crece a oscuras, repujada por imágenes plateadas
y cuando ustedes envejezcan porque habrán de envejecer ellos no las odiarán
no las criticarán ni lo sabrán estarán en algún país sofisticado
del que oyeron por primera vez un sábado a la tarde o al hacerse la rabona
tal vez incluso les estén agradecidos por su primera experiencia sexual
que a ustedes les costó solo veinticinco centavos y no alteró la paz hogareña
así sabrán de dónde vienen las golosinas y las bolsas gratuitas de pochoclos
tan gratuitas como irse antes de que termine la película
con un amable desconocido cuyo departamento queda en el edificio Cielo en la Tierra
cerca del puente Williamsburg oh madres cuán felices habrán hecho
a los pequeñitos porque si no se van con nadie del cine
no sabrán de qué se pierden y si se van con alguien será un valor agregado
y se habrán divertido de veras en cualquiera de los dos casos
en vez de haraganear en el patio o arriba en sus cuartos odiándolas
prematuramente ya que ustedes no habrán hecho nada terriblemente malo todavía
salvo por alejarlos de los placeres más oscuros lo último es imperdonable
así que no me culpen si no siguen este consejo y la familia se desintegra
y sus hijos se vuelven viejos y ciegos frente al televisor mirando
las películas que no los dejaban ver cuando eran jóvenes
Homosexualidad
¿Así que nos sacamos las máscaras, no, y mantenemos
la boca cerrada? ¡como si nos hubiera penetrado una mirada!
El canto de una vieja arpía no tiene más criterio
El canto de una vieja arpía no tiene más criterio
que los vapores que el alma libera cuando uno enferma;
así que me envuelvo con sombras como con una manta
así que me envuelvo con sombras como con una manta
y arrugo los ojos como en el instante más exquisito
de una ópera muy larga, ¡y entonces nos vamos!
de una ópera muy larga, ¡y entonces nos vamos!
sin reproches ni esperanzas de que nuestros pies delicados
toquen la tierra otra vez, y mucho menos “muy pronto”.
toquen la tierra otra vez, y mucho menos “muy pronto”.
Es la ley de mi propia voz lo que investigaré.
Comienzo como el hielo, mi dedo en mi oreja, mi oreja
Comienzo como el hielo, mi dedo en mi oreja, mi oreja
en mi corazón, ese orgulloso perro mestizo en la basura
bajo la lluvia. Admirarse a uno mismo con total franqueza
bajo la lluvia. Admirarse a uno mismo con total franqueza
es maravilloso, enumerando los méritos de cada
letrina. La de la calle 14 es borracha y crédula,
la de la 53 trata de temblar pero descansa mucho. Los buenos
letrina. La de la calle 14 es borracha y crédula,
la de la 53 trata de temblar pero descansa mucho. Los buenos
aman los parques y los ineptos las estaciones de tren
y están los divinos que atraviesan la sombra
de una creciente cabeza abisinia de arriba a abajo
de una creciente cabeza abisinia de arriba a abajo
en el polvo, arrastran sus tacos elegantes de aire caliente
y gritan para confundir a los valientes “Es un día de verano,
y gritan para confundir a los valientes “Es un día de verano,
y deseo ser deseado más que nada en el mundo”.
Animales
Te olvidaste de cómo éramos entoncescuando aún éramos de primera
Animales
Te olvidaste de cómo éramos entoncescuando aún éramos de primera
y el día engordaba con una manzana dentro de su boca
es inútil preocuparse por el Tiempopero teníamos un par de ases bajo la manga
es inútil preocuparse por el Tiempopero teníamos un par de ases bajo la manga
y tomábamos ciertas curvas cerradas
el pastizal entero parecía nuestra cenano necesitábamos de velocímetros
el pastizal entero parecía nuestra cenano necesitábamos de velocímetros
podíamos hacer cócteles con hielo y agua
no desearía ser más velozni más vivaz que ahora si estuvieras junto a mí Oh tú
no desearía ser más velozni más vivaz que ahora si estuvieras junto a mí Oh tú
fuiste el mejor de todos mis días
Beber una Coca contigo
es todavía más divertido que ir a San Sebastián, Irún, Hendaye, Biarritz, Bayonne
o tener náuseas en la Travesera de Gracia en Barcelona
en parte a causa de que con tu camisa naranja eres como un mejor y más alegre San Sebastián
en parte a causa de mi amor por ti, en parte a causa de tu amor por el yogur
en parte a causa de los tulipanes de naranja fluorescente alrededor de los abedules
en parte a causa del misterio que adquieren nuestras sonrisas ante la gente y las estatuas
cuando estoy contigo es difícil creer que pueda existir algo tan inmóvil
tan solemne tan desagradablemente definitivo como una estatua mientras que justo frente a ella
bajo la cálida luz de Nueva York de las 4 en punto deambulamos
por aquí y allá
entre uno y otro como un árbol que respira a través de sus lentes
y en la exposición de retratos parece no haber absolutamente ningún rostro, solo pintura
de pronto te preguntas por qué demonios alguien los hizo te miro
a ti y preferiría mirarte a ti que a todos los retratos del mundo
tal vez con la excepción del Jinete polaco de vez en cuando y que de todos modos está en el Frick
al que todavía no fuiste gracias a Dios así que podremos ir juntos por primera vez
y el hecho de que te mueves de una manera tan hermosa más o menos resuelve el Futurismo
igual que estando casa nunca pienso en el Desnudo bajando una escalera o
estando en un ensayo en ese dibujo de Leonardo o Miguel Ángel que solía maravillarme
y de qué les sirven a los Impresionistas todas las investigaciones sobre ellos
si nunca encontraron a la persona indicada con la cual pararse junto al árbol al caer el solo para el caso a Marino Marini si no eligió al jinete con el mismo cuidado
que al caballo parece que todos ellos fueron privados de alguna experiencia maravillosa
la cual yo no voy a desperdiciar razón por la cual te lo estoy diciendo
Beber una Coca contigo
es todavía más divertido que ir a San Sebastián, Irún, Hendaye, Biarritz, Bayonne
o tener náuseas en la Travesera de Gracia en Barcelona
en parte a causa de que con tu camisa naranja eres como un mejor y más alegre San Sebastián
en parte a causa de mi amor por ti, en parte a causa de tu amor por el yogur
en parte a causa de los tulipanes de naranja fluorescente alrededor de los abedules
en parte a causa del misterio que adquieren nuestras sonrisas ante la gente y las estatuas
cuando estoy contigo es difícil creer que pueda existir algo tan inmóvil
tan solemne tan desagradablemente definitivo como una estatua mientras que justo frente a ella
bajo la cálida luz de Nueva York de las 4 en punto deambulamos
por aquí y allá
entre uno y otro como un árbol que respira a través de sus lentes
y en la exposición de retratos parece no haber absolutamente ningún rostro, solo pintura
de pronto te preguntas por qué demonios alguien los hizo te miro
a ti y preferiría mirarte a ti que a todos los retratos del mundo
tal vez con la excepción del Jinete polaco de vez en cuando y que de todos modos está en el Frick
al que todavía no fuiste gracias a Dios así que podremos ir juntos por primera vez
y el hecho de que te mueves de una manera tan hermosa más o menos resuelve el Futurismo
igual que estando casa nunca pienso en el Desnudo bajando una escalera o
estando en un ensayo en ese dibujo de Leonardo o Miguel Ángel que solía maravillarme
y de qué les sirven a los Impresionistas todas las investigaciones sobre ellos
si nunca encontraron a la persona indicada con la cual pararse junto al árbol al caer el solo para el caso a Marino Marini si no eligió al jinete con el mismo cuidado
que al caballo parece que todos ellos fueron privados de alguna experiencia maravillosa
la cual yo no voy a desperdiciar razón por la cual te lo estoy diciendo
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